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Artículos con información de interés sobre agua potable

Alerta por la fluoración del agua potable en Argentina

Fluoruros en casi todas las marcas de agua mineral y en el agua de red (potable)

Un trabajo de investigación que demuestra que es urgente la necesidad de revisar la normativa vigente en Argentina (ley 21172/75), que es contradictoria, difícil -sino imposible- de cumplir, peligrosa para la salud, imprudente y consituye un atropello a las libertades individuales.

 

El texto completo está disponible en http://dejendefluorarelaguapotable.wordpress.com/

 

La ley 21172 del año 1975 dispone la fluoración del agua de consumo en Argentina, y fue sancionada con el propósito de implementar un plan de sanidad dental (siguiendo lo que se había implementado décadas antes en EEUU), aunque constituye una práctica inadecuada de medicación, pues es masiva y sin ninguna capacidad de control individual, sino meramente estadística.

 

El agua de casi todas las marcas de agua embotellada en Argentina contiene fluoruros, en concentraciones promedio de 1 mg/l (un miligramo por litro), que equivale a 1 ppm (una parte por millón). La investigación incluye varios ejemplos de primeras marcas de agua mineral o embotellada, con documentación fotográfica de lo que informan las etiquetas de sus botellas, y demuestra cómo al mismo tiempo no cumplen con la ley vigente. La investigación también detalla el caso de la empresa AySA, que provee agua potable de red a la Capital Federal y a las zonas norte, oeste y sur del conurbano de Buenos Aires. AySA informa oficialmente que suministra agua con 2 mg/l de fluoruros (dos miligramos por litro), que equivalen a 2 ppm (2 partes por millón), y esto tampoco cumple con la normativa vigente.

 

Hace más de cuarenta años que la ONU/OMS clasifica a los fluoruros como contaminantes y como productos químicos peligrosos, en sus recomendaciones para la calidad del agua potable, publicadas en los años 1958, 1963, 1971, 1976, 1984, 1993, 2004 y 2011. En esta última versión del año 2011, además de ratificar esta clasificación -de los fluoruros como contaminantes- reconoce oficialmente que hay evidencia de que su consumo está correlacionado con efectos adversos para la salud (fluorosis, incremento de fracturas y cáncer), que se suman a una gran cantidad de evidencia reciente (relacionada con afecciones en tiroides, retraso del crecimiento, renales, neuronales y de la glándula pineal).

 

Todas las referencias están disponibles al final del texto de la investigación. De modo que hay numerosa evidencia (tanto la oficialmente reconocida por la ONU/OMS como la que es aún extra-oficial) que correlaciona a los fluoruros con efectos dañinos para la salud que exceden ampliamente a la esfera odontológica. A pesar de esto, en Argentina es la Dirección Nacional de Odontología (bajo el Ministerio de Salud) la que se erige como entidad competente en el tema de la fluoración del agua. Y en EEUU es la ADA (American Dental Association). En este sentido, tanto EEUU como Argentina son dos de los países más relegados en materia de actualización de sus normativas sobre fluoración. Casi todos los países de Europa hace años que lo han comprendido (ver el detalle del caso de Suecia, en el texto completo de la investigación), y hoy no agregan fluoruros al agua potable. Muchos han suspendido la fluoración hace décadas.

 

El texto completo está disponible en http://dejendefluorarelaguapotable.wordpress.com/

Perspectivas profesionales sobre la fluoración del agua potable

 

Un video producido por Fluoride Action Network (http://fluoridealert.org/), donde investigadores, científicos y médicos del más alto nivel comunican sus experiencias y opiniones acerca de los efectos adversos para la salud y de los problemas éticos relacionados con las políticas de sanidad pública de fluoración del agua potable.

 

Participan del video un ganador del premio Nobel de Medicina (Dr. Arvid Carlsson, quien lideró la exitosa lucha en contra de la fluoración en Suecia en los años 1970s), tres científicos que participaron del histórico informe del NRC (National Research Council, de EEUU) sobre fluoruros (informe del año 2006), odontólogos, otros médicos e investigadores destacados.

 

El video original (en inglés) y la lista completa de los profesionales que participan en él están disponibles en:

http://www.youtube.com/watch?v=88pfVo3bZLY

The Case against Fluoride

How Hazardous Waste Ended Up in Our Drinking Water

and the Bad Science and Powerful Politics That Keep It There

 

Libro escrito por los doctores Paul Connet, James Beck y H. Spedding Micklem.

 

When the U.S. Public Health Service endorsed water fluoridation in 1950, there was little evidence of its safety. Now, six decades later and after most countries have rejected the practice, more than 70 percent of Americans, as well as 200 million people worldwide, are drinking fluoridated water. The Center for Disease Control and the American Dental Association continue to promote it -and even mandatory statewide water fluoridation- despite increasing evidence that it is not only unnecessary, but potentially hazardous to human health.

 

In this timely and important book, Dr. Paul Connett, Dr. James Beck, and Dr. H. Spedding Micklem take a new look at the science behind water fluoridation and argue that just because the dental and medical establishments endorse a public health measure doesn't mean it's safe. In the case of water fluoridation, the chemicals that go into the drinking water that more than 180 million people drink each day are not even pharmaceutical grade, but rather a hazardous waste product of the phosphate fertilizer industry. It is illegal to dump this waste into the sea or local surface water, and yet it is allowed in our drinking water. To make matters worse, this program receives no oversight from the Food and Drug Administration, and the Environmental Protection Agency takes no responsibility for the practice. And from an ethical standpoint, say the authors, water fluoridation is a bad medical practice: individuals are being forced to take medication without their informed consent, there is no control over the dose, and no monitoring of possible side effects.

 

At once painstakingly documented and also highly readable, The Case Against Fluoride brings new research to light, including links between fluoride and harm to the brain, bones, and endocrine system, and argues that the evidence that fluoridation reduces tooth decay is surprisingly weak.

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Científicos de todo el mundo piden que se revise la actual práctica de agregar flúor al agua potable

 

Una petición internacional para que se revise el agregado de flúor al agua potable fue lanzada el 2 de septiembre de 2003, simultáneamente, en las principales ciudades del mundo.

 

El petitorio fue firmado por 300 investigadores y especialistas de 38 países, entre ellos el Dr. Arvid Carlsson, Premio Nobel de Medicina 2000; el Profesor Samuel Epstein, autor del libro “La política del cáncer”; Doug Everingham, ex Ministro de Salud de Australia y la Dra Lynn Margulis, premiada en EEUU con la Medalla Nacional de Ciencias. El petitorio fue organizado por el Dr. Paul Connett, profesor de Química en la Universidad St. Lawrence, de Estados Unidos, y el Dr. Mark Diesendorf, ex Profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad Tecnológica de Sydney, Australia.

 

En Argentina el petitorio fue suscrito por el Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM y profesor titular de Biología Evolutiva Humana en la Universidad Nacional de Córdoba. FUNAM viene alertando desde hace años a las autoridades sobre el uso indiscriminado del flúor.

 

Paul Connett de EEUU, Mark Diesendorf de Australia y Raúl Montenegro de Argentina indicaron que quienes apoyan incondicionalmente la fluoración desde el Estado “ignoran los nuevos estudios que demuestran sus efectos negativos sobre la salud y el comportamiento humano”. Los tres investigadores coincidieron en señalar como “claves” los siguientes hallazgos:

 

“En primer lugar, el flúor tiende a acumularse en la glándula pineal (Luke, 2001). En segundo lugar, el flúor facilita el ingreso de aluminio al cerebro de ratas (Varner, 1998). En tercer lugar, la mayor cantidad de flúor puede incrementar el contenido de plomo en sangre en niños (Masters y Coplan, 1999, 2000), disminuir el coeficiente Intelectual infantil (Zhao, 1996; Lu, 2000; Xiang, 2003) y aumentar el riesgo de fracturas de hueso en niños y adultos (Li, 2001; Alarcón-Herrera, 2001). En cuarto lugar el flúor, en presencia de aluminio, puede afectar las proteínas G. Como estas proteínas forman parte de numerosas señales biológicas, su alteración puede descontrolar importantes procesos vitales (Strunecka y Patocka, 1999; Li, 2003)”.

 

El Dr. Raúl Montenegro indicó que en muchos casos el flúor que se agrega al agua de bebida “es ácido hexafluorosilícico, generalmente obtenido de los residuos de la fabricación de fertilizantes” y que esta sustancia “está usualmente contaminada con arsénico, otros metales e incluso materiales radiactivos”. Sostuvo que las autoridades de Argentina “deberían considerar que la mayor parte de los países no agregan flúor al agua”.

 

El valor de flúor hallado naturalmente en leche materna es de 0,01 ppm, lo que es 100 veces menor que el agregado al agua. En Argentina al agua se le suele adicionar sales de flúor (1 ppm).

 

El texto completo está disponible en http://www.funam.org.ar/fluoracionagua.htm

 

Exposición de bebés y niños a los fluoruros

 

El valor de flúor hallado naturalmente en leche materna es de 0,01 ppm. El agua que se consume en Argentina contiene más de 100 veces esa cantidad de fluoruros: casi todas las marcas de agua mineral o embotellada contienen en promedio 1 ppm, mientras que distribuidores de agua potable de red como AySA informan que suministran agua con 2 ppm de fluoruros.

 

En base a las recientes evidencias, incluso las organizaciones que defienden la fluoración han reconocido desde el año 1994 que se debe evitar exponer a bebés y niños a los fluoruros.

 

Durante décadas muchos odontólogos en EEUU prescribieron suplementos con flúor a bebés recién nacidos, con el fin de que fortalezcan sus dientes (aunque los bebés recién nacidos no tienen dientes). A pesar de que la FDA (Food and Drugs Administration, de EEUU) nunca aprobó tal prescripción como segura ni efectiva, las organizaciones de odontólogos y de pediatras recomendaron esta práctica por años. Hasta que en 1994 la ADA (American Dental Association), la AAP (American Academy of Pediatrics ) y la AAPD (American Academy of Pediatric Dentistry) emitieron nuevas recomendaciones: que bebés menores de seis meses de edad no deben recibir ningún tipo de suplementos con flúor.

 

Una gran cantidad de odontólogos investigadores, e incluso algunas organizaciones que están a favor de la fluoración, hoy en día recomiendan que los bebés no consuman agua fluorada durante el primer año de vida.

 

La AGD (Academy of General Dentistry) es explícita: "al necesitar diluir fórmulas concentradas para bebés, se recomienda a los padres que utilicen agua sin fluoruros, o bien agua filtrada por algún sistema de ósmosis inversa, que prácticamente remueve todos los fluoruros."

 

En sus recomendaciones del año 2006 la ADA (American Dental Association) también fue explícita al referirse al agua de consumo de los bebés: “se debe considerar el uso de agua sin fluoruros."

 

El texto completo está disponible en http://fluoridealert.org/issues/infant-exposure/new-recommendations/

 

En Buenos Aires, Argentina, en el año 2014 hay médicos pediatras que prescriben suplementos con flúor a bebés recién nacidos, a pesar de estar contraindicados en los mismos prospectos de esos medicamentos. Por ejemplo, se prescribe Tri-Vi-Flúor, a pesar de que su prospecto advierte que está contraindicado en lugares donde el agua de consumo tenga al menos 0,7 ppm. Como fue mencionado arriba, en Argentina casi todas las marcas de agua mineral o embotellada contienen en promedio 1 ppm, mientras que distribuidores de agua potable de red como AySA informan que suministran agua con 2 ppm de fluoruros.

Perspectivas profesionales sobre fluoración

 

Uno de los videos disponibles en Fluoride Action Network (http://fluoridealert.org/), donde investigadores, científicos y médicos del más alto nivel comunican sus experiencias y opiniones acerca de los efectos adversos para la salud y de los problemas éticos relacionados con las políticas de sanidad pública de fluoración del agua potable.

 

En este breve video, el Dr. Bill Osmunson (odontólogo).

 

El video original (en inglés) está disponible en http://fluoridealert.org/fan-tv/osmunson/

Cuatro millones de argentinos viven en áreas contaminadas con arsénico

 

Un estudio revela que cinco provincias del centro y el norte del país tienen los valores más altos; la exposición a través del consumo aumenta la posibilidad de padecer enfermedades crónicas o graves.

 

Uno de cada 10 argentinos vive en una zona donde el agua está contaminada con arsénico y su consumo en el tiempo puede causarle enfermedades, como cáncer, anemia o problemas de la piel. La falta de inversión en el suministro de agua potable agrava este escenario.

Sólo en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, hay 31 localidades con niveles por encima de los 10 microgramos por litro (mcg/l) que aconseja la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo con los resultados de la primera revisión de investigaciones y registros de los últimos 15 años. En esos documentos, el 87% de las muestras obtenidas en municipios bonaerenses en ese período superaban los valores seguros para la población.

Nuestro país es uno de los 12 en el mundo con mayor concentración de arsénico en el agua, según informa el equipo coordinado desde el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). "Encontramos vacíos importantes en las investigaciones publicadas sobre el impacto del arsénico en la salud", afirma.

En América latina, por lo menos más de una decena de países comparten el problema, con unos 14 millones de personas en riesgo por la falta de plantas de tratamiento y distribución de agua segura para el consumo. "Las zonas más críticas están en la Argentina, Chile y México. Se estima que la población que vive en áreas con agua contaminada con arsénico en la Argentina alcanza a los cuatro millones de personas", publica en la revista Science of the Total Environment el equipo del instituto designado Centro Cochrane Argentina.

La arsenicosis o hidroarsenicismo crónico regional endémico (hacre) es la intoxicación causada por el consumo de agua con valores superiores a los recomendados. El 10% de los argentinos viviría expuesto a esa amenaza hídrica sin color ni sabor.

Un 2,6% de la población ya padece arsenicosis. Reside, principalmente, en el norte de La Pampa, el este de Tucumán, 31 localidades de la provincia de Buenos Aires y el sur/sudeste de Córdoba, Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero y Salta, de acuerdo con el análisis de muestras de sangre u orina, el hisopado bucal o el examen de la piel de habitantes con seis meses o más de residencia en esas zonas.

 

Y, de acuerdo con los estudios del agua revisados, las provincias del noroeste, Cuyo y la llanura chacopampeana concentran los valores más altos en el agua subterránea. En la provincia de Buenos Aires, 9 de cada 10 muestras de agua de la red pública y los pozos superan los valores seguros recomendados.

 

De eso no se habla

Aunque esta información no es un secreto para los responsables de resolver el problema y mejorar el acceso al agua saludable, "es un tema difícil por un lado y que se prefiere mantener en secreto. No hay voluntad y nunca la hubo para solucionarlo", dice Marta Litter, de la Unidad de Actividad Química del Centro Atómico Constituyentes. "Como con cualquier enfermedad, sin dudas tiene un impacto en el sistema sanitario. Pero es totalmente evitable. En eso, soy categórica", sostiene la coautora del estudio.

 

Hace años que Litter advierte que hay cuatro millones de argentinos en riesgo de intoxicación. "Siempre digo que la población tiene que estar informada, que las autoridades deben contactar a médicos o docentes de cada lugar, personas en las que la población confía, para tomar alguna medida, y que hay que reforzar el estudio de tecnologías económicas", enumera. Afirma que "no hubo ni hay" un plan oficial de intervención. "Sólo es necesario que nos convoquen -insiste-. Lo principal es que las autoridades suministren agua segura o que instalen algún sistema económico, que antes hay que probar en cada localidad. Para eso, se necesita voluntad política."

Los estudios locales sobre las enfermedades que puede causar coinciden con el escenario en la región. Crece el riesgo de desarrollar cáncer de colon/recto, pulmón, mama, próstata, piel e hígado. Lo mismo sucede con las lesiones cutáneas, las alteraciones genéticas y el riesgo de muerte fetal y neonatal a través de la exposición materna.

"La contaminación con arsénico en la Argentina está asociada con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas graves, incluido el cáncer, lo que demuestra que es necesario implementar medidas adecuadas y oportunas", afirma el equipo dirigido por Ariel Bardach, investigador del Centro Cochrane Argentino IECS.

Un cuerpo multidisciplinario de gobierno "que enfrente el problema" desde distintas áreas ayudaría a controlar el problema. El equipo afirma que "la mayor parte del agua de la corteza terrestre de la provincia de Buenos Aires supera el límite de 10 mcg/l, con lo que no es apta para el consumo. Hay concentraciones mayores (más de 50 mcg/l), sobre todo en el norte de la provincia, como Suipacha, 9 de Julio y Chacabuco".

Agustín Ciapponi, coordinador del Centro Cochrane Argentina-IECS, indica a través de un comunicado que en Bolívar se detectaron niveles de hasta 100 mcg/l, mientras que en Suipacha, Lobos y Chivilcoy los valores superan los 100 mcg/l. "Hay regiones de Santiago del Estero donde se superan los 1000 mcg/l" dice Ciapponi.

Coincide con Litter en que la población más afectada es la rural, donde falta información.

"El arsénico es un enemigo invisible porque es un elemento de origen natural que está en la corteza terrestre", explica Bardach en diálogo con LA NACION. Eso, según continúa, hace que las aguas subterráneas y superficiales del planeta estén contaminadas por esa sustancia.

"El desconocimiento sobre este tema es muy grande. La gente no sabe que, en algunos lugares, el agua que sale al abrir la canilla tiene altas concentraciones de arsénico", sostiene Bardach.


Cuando la naturaleza puede enfermar

¿Qué es el arsénico?

 

Un metaloide de origen natural presente en la corteza terrestre. Proviene de la disolución de minerales, la erosión, la desintegración de rocas y la deposición atmosférica. Contamina el agua subterránea y también las aguas superficiales.

¿Cómo ingresa en el cuerpo?

 

Al tomar agua de pozo en áreas con sedimentos ricos en arsénico. Al comer alimentos contaminados con agua extraída de esos pozos. Al inhalar el aire en áreas como las zonas mineras.

 

¿Qué produce?

 

Puede producir hidroarsenicismo crónico regional endémico; estrías blancas en las uñas y verrugas, daños irreversibles en órganos, problemas gastrointestinales, EPOC, diabetes, bronquitis crónica, neuropatía periférica, alteraciones de la memoria, entre otros males.

 

La Nación, martes 20 de diciembre de 2016

http://www.lanacion.com.ar/1968733-cuatro-millones-de-argentinos-viven-en-areas-contaminadas-con-arsenico

Arsénico en el agua de 31 distritos de la provincia de Buenos Aires

 

Los habitantes de 31 ciudades bonaerenses consumen agua con altos niveles de arsénico, según reveló un estudio elaborado por la Universidad Nacional de La Plata. Los distritos afectados son General Villegas, Florentino Ameghino, Leandro N. Alem, General Arenales, Rojas, Salto, Junín, Alberti, 9 de Julio, Baradero, Tornquist, Suipacha, Navarro, Mercedes, Bragado, San Vicente, Brandsen, Chascomús, Maipú, Tapalqué, General Alvarado, Tres Arroyos, Daireaux, General Lamadrid, Rivadavia, Pellegrini, Adolfo Alsina, Puán, Saavedra, Médanos y Carmen de Patagones.

 

Científicos de la universidad realizaron en esos partidos un estudio que detectó que el agua potable que consume la población posee índices de contaminación de arsénico superiores a los tolerados, con riesgos para la salud. En algunos de esos distritos se halló arsénico en 200 partes por billón (PPB), equivalentes a 0,2 ppm, cuando los estándares nacionales toleran un máximo de 50 PPB (equivalentes a 0,05 ppm), y los internacionales, de 10 PPB (equivalentes a 0,01 ppm).

 

El estudio, elaborado por los investigadores María José González, Vicente Barone, Isidoro Schalamuk e Irma Botto, fue presentado en el Congreso Geológico Argentino. El geólogo Isidoro Schalamuk, presidente de la Asociación Geológica Argentina (AGA), explicó que el informe “determinó que el agua de estas localidades de la provincia tiene un alto contenido de arsénico, aunque esta situación no es exclusiva de Buenos Aires sino que este contaminante también está presente en Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe, y en otros países como Chile, México o Bangladesh, por citar algunos”. Detalló que los distritos con niveles más altos de arsénico en el agua son Junín, Baradero y Tornquist.

 

La Nación, domingo 25 de septiembre de 2005

http://www.lanacion.com.ar/741709-detectan-arsenico-en-el-agua-de-31-distritos

Arsénico en el agua, un riesgo severo para muchos argentinos

 

La ruta del arsénico comienza en el Norte, en Salta y Jujuy, y baja por Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Chaco y Santiago del Estero; cruza San Luis, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Neuquén y gran parte de la provincia de Buenos Aires, y llega a la costa atlántica. En total, son 16 provincias las afectadas.

 

Su origen es natural y data de los tiempos en que se formó la Cordillera de los Andes. En ese tiempo, explican los geólogos, cenizas volcánicas con alto contenido de ese metal volaron por nuestro territorio y quedaron depositadas en las capas geológicas. Hoy, el arsénico está en las napas, en los mismos pozos de donde se extrae el agua. Además, en los últimos años el mismo hombre se ha encargado de agregar más a través de su uso indiscriminado en la industria y la agricultura.

 

El experto en ecología Antonio Brailovsky reconoce que el problema es "preocupante" y que se "necesitan políticas públicas".

 

"A esta altura del desarrollo tecnológico, es sólo una cuestión de dinero. Habría que hacer inversiones en filtros que eliminen el arsénico. El problema es dónde ponemos la plata. Cuando los investigadores argentinos van a los congresos internacionales con los datos de arsénico en agua no les pueden creer que acá envíen eso por la red", agrega Brailovsky.

 

Clarín, 29 de agosto de 2013

http://www.clarin.com/buena-vida/salud/Riesgos-arsenico-agua_0_982702065.html

Mapa de la República Argentina con zonas de

concentración de arsénico en agua y densidad de población

 

La contaminación de agua provocada por arsénico (As) constituye un serio problema de salud pública de importancia mundial debido al poder carcinógeno y neurotóxico del elemento.

 

Se realizó la estratificación de las concentraciones de arsénico en tres niveles: menor o igual que 50 ppb, 51 a 100 ppb y concentraciones mayores que 101 ppb. Se observa que la distribución de agua con alto contenido de arsénico se sucede en un continuo noroeste-sudeste desde la cordillera hasta la costa atlántica. Las provincias de Argentina que presentan áreas en las que el agua tiene contenidos relativamente elevados de arsénico son: Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja La Pampa, Chaco, Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, Santa Fé, Buenos Aires, Río Negro, Tucumán, Santiago del Estero y no se descarta que puedan ser más.

 

Se define como Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE) a la enfermedad provocada por la ingestión continua de agua con contenidos de arsénico en valores superiores a los fijados por la Organización Mundial de la Salud. El HACRE, que afecta a las personas que viven en áreas donde la contaminación es alta y beben el agua en forma prolongada, se caracteriza por provocar alteraciones cardíacas y vasculares, alteraciones neurológicas, lesiones hepáticas y renales, repercusiones en el aparato respiratorio y lesiones cutáneas. Los trastornos característicos son el engrosamiento de palmas y plantas (queratoderma), la pigmentación aumentada del tronco y la aparición de cáncer cutáneo. También es frecuente el cáncer de pulmón y de laringe.

 

Nuestro país es uno de los más afectados por esta enfermedad, ya que las napas de los suelos de las provincias centrales están contaminadas por arsénico. Las causas son en su mayoría naturales y están relacionadas con el volcanismo (durante la génesis de la cordillera de los Andes las cenizas volcánicas, ricas en arsénico, se esparcieron a lo largo del territorio contaminando el agua) y con la actividad hidrotermal asociada de la cordillera de los Andes. Sin embargo, aunque en menor escala, también existen aguas infectadas por actividades realizadas por el hombre: minería, fundiciones y el uso de herbicidas y plaguicidas que contienen arsénico.

 

Hoy, hay cuatro millones de personas con posibilidad de contaminarse con arsénico, tal como lo informa la doctora en Química e investigadora de la CNEA, Marta Litter, en su presentación "La problemática del arsénico en la Argentina: el HACRE". Eso implica que el 10% de la población está expuesta a esta incidencia. El agua que llega a los hogares de la ciudad de Buenos Aires no contiene arsénico porque proviene del Río de La Plata.

 

Fuente: http://www.mapaeducativo.edu.ar/Atlas/Arsenico

 

Epidemiología de HACRE en la República Argentina

Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable

Ministerio de Salud de la Nación

Asociación Toxicológica Argentina

Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 - INDEC.

Cartografía: - SIG 250 - IGN Programa Nacional Mapa Educativo

Fluoride

Drinking Ourselves to Death?

 

Libro escrito por el Ing. Barry Groves.

 

Exposes the "science" that has successfully promoted water fluoridation for what it is: bluff, propaganda, and lies. Fluoride is a poison -more poisonous than lead, slightly less poisonous than arsenic. It is cumulative and collects in bones and tissues, not just the teeth. Numerous studies done on animals point out the obvious dangers. Other studies have shown increased rates of cancer, osteoporosis, and other diseases. Dr. Albert Schatz, who discovered the antibiotic streptomycin, said in 1982 that "fluoridation is the greatest fraud that has ever been perpetrated." Yet other studies of tens of thousands of children show that it isn't even effective at preventing cavities and is an extremely poor delivery system even if it were effective.

 

Like it or not, your government sometimes lies to you. Groves points out the fact that fluoridation is nothing more or less than a huge government-sponsored lie, conveniently spun so that the super-phosphate industry can rid itself of harmful toxic waste that is illegal and dangerous to release into the air but suddenly becomes a magical "elixir of good teeth" when added to our drinking water. If you care about your health, Grove's book is a must read.

 

This book reviews the science and salesmanship involved in the fluoride debate, as there is no clear valid evidence of significant benefits from added fluoride consumption, while there are many independent studies showing a variety of potential negative mental & physical effects. This evidence has been available previously in some other texts and online information collections, and is beyond rational refutation. 

La historia del agua embotellada

 

Co-creación de:

The Story of Stuff Project

Corporate Accountability International

Food & Water Watch

Polaris Institute

Pacific Institute

Environmental Working Group

 

Producida por:

Free Range Studios

 

El video original (en inglés) está disponible en http://storyofstuff.org/movies/story-of-bottled-water/

 

Una transcripción de las “50 razones para oponerse a la fluoración” del Dr. Paul Connet está disponible en http://dejendefluorarelaguapotable.wordpress.com/, en las referencias.

 

La fluoración constituye una práctica inadecuada de medicación (desarrollado en puntos 1 a 10), digerir flúor presenta pocos o ningún beneficio (puntos 11 a 18), los niños están siendo sobre-expuestos al fluoruro (puntos 19 y 20), hay evidencias de daños causados por fluoruros (puntos 21 a 35), la fluoración no posee un margen de seguridad (punto 36), los efectos adversos de la fluoración tienen un impacto negativo mayor en poblaciones vulnerables (puntos 37 a 40), elementos químicos sin estudios son utilizados en programas de fluoración (puntos 41 a 44), la promoción de mantener la fluoración es anticientífica (punto 45), la ausencia de estudios es utilizada por los que defienden la fluoración para sugerir que no existe peligro, en una postura irresponsable (puntos 46 y 47), más y más científicos independientes se oponen a la fluoración (punto 48) y se usan tácticas poco transparentes para mantener la fluoración (puntos 49 y 50).

 

La versión original (en inglés) y actualizada de las "50 razones para oponerse a la fluoración" está disponible en http://fluoridealert.org/articles/50-reasons/.

Algunos contaminantes que puede haber en el agua que consumimos

Harvard Study on Fluoride and IQ

 

In 2012, Harvard Researchers published the results of a meta-analysis of 27 separate studies examining the cognitive impacts of fluoride ingestion through drinking water. Remarkably, virtually all the studies showed marked decrease in mental capacity as a result of ingesting fluoride. Eight of these studies found functional brain impacts at relatively low levels of fluoride ingestion.

 

After considering all the variables, the study concluded, “our results support the possibility of adverse effects of fluoride exposures on children’s neurodevelopment.” Also, noting the consistency of results of the studies (26 out of 27), the study stated that “potential developmental neurotoxicity of fluoride should be a high research priority.”

 

In the Sept. 5, 2012 Harvard School of Public Health press release on the study, co-author Philippe Grandjean stated, “Fluoride seems to fit in with lead, mercury and other poisons that cause chemical brain drain.”

 

The Researchers: Anna Choi, from the Harvard School of Public Health, was lead author. The other authors were Guifan Sun and Ying Zhang from China Medical University in Shenyang, China and Philippe Grandjean of Harvard and the Institute of Public Health at the University of Southern Denmark.

 

Study Funding: Harvard University

 

Study Publication: Environmental Health Perspectives, a highly respected peer-reviewed journal published by the National Institute of Environmental Health Sciences, a division of NIH.

 

Meta-Analysis explained: A systematic method that takes data from a number of independent studies and integrates them using statistical analysis. (Dorland’s Medical Dictionary for Health Consumers).

 

Studies Reviewed and Analyzed: Twenty-seven studies that examined the effects of fluoride exposure on IQ in children. Twenty-five were in China and two in Iran. The studies were published between 1989 and 2011. Twenty-one measured fluoride from drinking water, three from coal burning and three from comparing fluorosis rates. Fluorosis, a mottling of the teeth, is caused by excessive fluoride ingestion.

 

Study Findings: In 26 of 27 studies, children with increased exposure to higher levels of fluoride tested lower for IQ. The weighted average was 7 IQ points, highly statistically significant.

 

The complete study is available at http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3491930/

(011) 15.50.95.73.73 (GBA Zona Norte y Cap. Fed.)

(011) 15.21.92.02.00 o 15.60.12.30.77 (GBA Zona Oeste y Cap. Fed.)

 

agua.pura.sistemas@gmail.com

 

Envíos gratuitos a todo el país

 

http://aguapurasistemas.wix.com/home

 

Consulte por un beneficio especial

 

Consultas y pedidos:

 

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